El sonido repentino de alguna desconocida emisora me anuncia que un nuevo día inicia su caminar y hoy toca vestirse de luces por primera vez esta temporada.
Las 7:30. Aprieto el botón gracias al cual cesa el murmullo de voces monótonas y aburridas. Miro a mi derecha y veo que Sandra ha acomodado a Amaia entre los dos y esta última se encuentra durmiendo plácidamente con su carita de inocencia absoluta.
- Buffff!!!, que enorme palo tener que correr una duatlón esta mañana – Pienso para mis adentros.
Apuro media hora más la cama mientras Sandra toma su ducha matutina y rodeando con el brazo a la pequeña voy ordenando los pasos a seguir: aseo, almuerzo, ropa para competir, bicicleta, etc…
Poco a poco voy cerrando etapas y con algo de retraso salimos los tres en dirección a l’Ametlla del Vallés.
Demasiados coches para el escaso aparcamiento que brinda las inmediaciones de boxes así que usando astutamente (es un decir) la tecnología GPS doy un buen rodeo que me sitúa en otra zona cercana con menor densidad de automóviles.
La temperatura indicada por la sonda es de unos 6ºC pero la sensación de frio no es tan pronunciada. Mientras caliento un poco me auto convenzo que pasaré un poco de calor con la camiseta técnica y, firmando un acto de hombría repentino, me desembarazo de ésta quedando mis brazos expuestos a la temperatura ambiente y mis mollejas pechunas asomando por los laterales prietos de mi mono.
Mientras deambulo en busca de mi número en boxes , veo a una buena representación del CNT:
Jordi Ureña (en el mejor estado de forma desde que lo conozco), David Guinart (bombero-torero.. ya me entendéis, jejeje), Dani Laforet (a ver cuándo explica que lo llamaron de la radio en una de esas bromas matutinas), Jordi Maiques (Cafés Dern, de tota la vida), Xavi Durán (una bestia de la btt), Dani Charles (el omnipresente, está en todas las movidas), Toni Miró (estrenando su Specialized 29”) y Jose Manuel Rio (la constancia personificada); compañeros con los que tengo la suerte y el placer de compartir un trocito de este soleado día de Noviembre.
Mientras estamos situando los enseres en boxes me comenta Ureña que ayer se acercó a hacer el circuito y que, según su entender, es un circuito bastante técnico donde las lluvias han provocado numerosas zonas de regateo así como abundante fango en la segunda mitad del parcial.
- Fantástico!... Las pocas ganas que tenía de betetear se me acaban de evaporar espontaneamente.
Sabedor de mi poca destreza con la bicicleta me dispongo a hacer mis últimos minutos de calentamiento arrepintiéndome de haber olvidado los guantes y un tanto preocupado por mi integridad física.
En estas me cruzo con Sandra, paseando a Amaia en el carro, y la veo reír.
- ¿Qué pasa? – Le pregunto
- Je, je, je, …. Vaya pinta de padre que haces – Me responde, la muy….
No me hacen falta más datos para saber que mi estado de forma está todavía lejos del ideal y por un momento me imagino a mí mismo como el típico madurito “pechopalomo” que intenta, sin ningún atisbo de éxito, ocultar su tripa cervecera de forma digna al tiempo que pasea su escaso bañador entre las toallas de alguna playa ochentera, jejejeje.
En concordancia con esta imagen fraternal de mí mismo, me coloco en la cola del gran grupo que está a punto de iniciar la carrera donde también se encuentran Charles, Laforet, Maiques y Jose.
Salida y dando saltitos voy esquivando a personal (mi nueva densidad me ayuda a coger velocidad en bajada).
Una vez consigo situarme en una zona despejada pongo el “control cruiser” en modo “Media Maratón” y con ese ritmo controlado dejo que pasen los primeros kilómetros. Según el perfil indicado en la web, la mitad del primer parcial (unos 3kms) son en bajada mientras que los últimos 3 serán en ligero ascenso así que es conveniente retener las ganas de salir a 200 ppm y llegar justo de fuerzas a la subida.
Manteniendo ese ritmo paso, sobre el kilómetro 4, a Toni quien ha salido muy fuerte y ahora le toca recuperar. A Guinart y a Duran les voy dando alcance entrando casi al unísono a boxes.
Tiempo carrera a pie 1: 22’31’’; Parcial 83
Me lo tomo con calma, calzándome las zapatillas específicas con lentitud y, sorprendentemente, con ganas de dar pedales.
Junto a David, quien ha hecho también una transición digna del APM, avanzo los primeros compases del parcial ciclista aunque a su rueda ya veo que su ritmo está un punto por encima del que yo puedo llevar.
Tomando de referencia la información original de la prueba, el circuito de 23kms se dividiría en dos mitades, siendo la primera mayormente de ascenso y la segunda básicamente de bajada… así de fácil… ¿no?.
No obstante, con el cambio de circuito y las últimas noticias dadas por Ureña, cualquier cosa se puede esperar de lo que está por venir.
Primeras rampas que pican y enseguida me quedo cortado en un grupito mientras avanzamos por un sendero estrecho de ascenso por el cual progresamos en fila a ritmo lento (lo cual me viene muy bien para ir recuperando fuerzas).
Algún descenso que transcurre entre surcos erosionados por el agua que paso sin complicación y nuevas rampas a las que ya hay que enfrentarse con el molinillo y por las cuales se hace complicado adelantar a los que me preceden debido a la escasez de espacio.
Veo a David por delante, algunas veces más cerca y en otras ocasiones más alejado pero siempre a la vista, hasta llegar al km 8.
Es sobre ese punto kilométrico donde veo a Ureña regresando en sentido contrario descabalgado de su montura y con cara de resignación.
- Qué pasa noi?
- La cadena rota – Me muestra el conjunto de eslabones metálicos colgando de su mano derecha.
- Vaya putada! –
En fin, los problemas mecánicos forman parte del juego aunque es una lástima cuando estás en una forma tan buena tener que apearse de una carrera por problemas de este tipo.
Yo continuo a la mía pero, a partir del kilómetro 9, el sufrimiento es continuo:
Barro por todas partes que provocan que la cadena se me salga en diversas ocasiones;
Zonas excesivamente técnicas para mí teniendo que bajar de la bici varias veces para seguir avanzando o para evitar un “tatoo” en la cara;
De repente el freno delantero pierde su eficacia y, por mucho que apriete la palanca, el aceite no llega correctamente a los pistones y las pastillas no actúan sobre el disco.
De esta forma debo extremar las precauciones para no pasarme de largo en alguna curva y los derrapes de la rueda trasera se hacen continuos mientras sigo accionando la palanca izquierda con la esperanza de que el circuito vuelva a equilibrarse y el freno delantero vuelva a despertar.
Supongo que debido a lo anterior, repentinamente me doy cuenta que estoy en una zona sin indicaciones y empiezo a pensar que me he salido del camino adecuado. Efectivamente, tras tomar un par de cruces al azar por donde pasea algún sorprendido montañero que me mira atónito, consigo ver a lo lejos como se cruzan ciclistas por un camino frente a mi donde vuelvo a meterme en carrera nuevamente.
La idea de que el circuito sería de bajada a partir de la mitad del recorrido se trunca gracias a constantes repechos que me ponen las piernas al rojo vivo.
Cuando por fin las gomas pisan asfalto y creo que estoy a punto de finalizar el parcial ciclista, una nueva salida del pueblo nos obsequia con unos agónicos metros de riera repleta de fina y mojada arena sobre la cual, el solo hecho de mantener el equilibrio sobre la bici resultó ser todo un éxito.
Un buen manojo de zarzas punzantes me marca el brazo izquierdo de arañazos sangrantes poniendo un broche de oro final al parcial de btt y recordándome por qué me gusta tanto la bicicleta de carretera.
Al menos estoy entero.
Con más ganas de las que me imaginaba previamente, llego a boxes. Dejo la bicicleta calada de barro hasta los acoples y calzándome las zapatillas salgo con ritmo alegre para enfrentarme a los últimos 3kms de carrera a pie.
Tiempo btt: 1h30’43’’; Parcial 84
El ritmo alegre que consigo imprimir los primeros 1,5kms de bajada se convierte en ritmo fúnebre en cuanto la carretera cambia el desnivel de signo menos a sino más.
Concentrado en no ponerme a caminar avanzo tristemente mientras, sorprendentemente, aun adelanto a algunos corredores que van todavía peor.
Cruzo la meta y, pese a todo, me alegro de haber venido. El estado de forma es el que es y, teniendo en cuenta los volúmenes que ahora puedo sumar entre viajes y deberes familiares, estoy contento por como he finalizado esta dura carrera.
Tiempo carrera a pie 2: 15’39’’; Parcial 31
Tiempo final: 2h08’53’’. 77º Clasificado.
Desde mi última entrada hace un mes y medio, hago un recuento de mis viajes y los datos cantan por sí solos: Roma, Mondragón, Zaragoza, Frankfurt y una fabulosa tournée de varios días por Turquía.
De todas formas, he podido ir realizando sesiones cortas de forma más o menos continuada y espero empezar a sumar más volumen de base próximamente.
El pasado domingo me dirigí a Mataró para enfrentarme a la media maratón, prueba a la que me había inscrito más por presión externa que por propia convicción y donde pude comprobar que no está el olmo para peras (se dice así, ¿verdad?) o (dicho de otro modo) que sin entrenar unos mínimos, 21 kms es una distancia que se me puede hacer demasiado larga.
Primeros 7 kilómetros con buenas sensaciones, reteniendo y aun así a ritmos entre 3’48 y 3’58 (cierto es que en la primera parte predomina el descenso).
A partir del 7 me vacío con rapidez y paso el 10 en escasos 39’ sufriendo en exceso.
Decido entonces que no voy a realizar los 21kms y daré por bueno un entreno de unos 18 kms.
A la altura del km 15 las reservas van muy justas y debo ponerme a caminar aprovechando para dar la vuelta, cosa que debía haber hecho bastante antes puesto que, para regresar al punto de salida, voy a tener que recorrer unos 20kms… de hecho, casi la totalidad de la carrera… vaya tela!.
Al ritmo que me permite el cuerpo voy sumando kilómetros caminando nuevamente en el ascenso del km19 de la carrera para, por fin, llegar al final bastante fatigado y consciente de que no es todavía una buena época para hacer medias maratones.
En fin, espero reducir la frecuencia de mis viajes por un tiempo y poder ir incrementando los volúmenes paulatinamente pese a que, por ahora, lo veo un tanto complicado.
De momento, estoy inscrito en la Cursa dels nassos y la Media de Granollers. No tengo muy claro cuál será la próxima duatlón que correré pero quizás me inscriba directamente a alguna de carretera ya que, a día de hoy, siguen sin motivarme las de montaña en demasía…. Se las dejo a los más valientes !!!.