Ya llevaba un tiempo sin actualizar así que supongo que ésta entrada me va a salir larguita…
La Triatló B de Banyoles se disputó el domingo, 25 de Abril pero en realidad para mi empezó unos días antes… el martes previo, para ser más exacto.
Esta semana, la número 25 de la planificación para Nice, era una semana de carga, con bastante bicicleta y con la guinda final en Banyoles a la que teníamos que llegar bastante cansados.
El martes me planifiqué una ruta en bicicleta para completar en unas 3 horas y con la idea de huir de la desidiosa carretera de Sant Llorenç. El recorrido contemplaba un perfil interesante: Rellinars, Castellbell, Marganell, Ctra. Can Massana, Montserrat, Monistrol y regreso por la nacional hasta Terrassa.
Todo pintaba bien subiendo hacia el Obac y, posteriormente, subiendo por Marganell… buen ritmo y piernas fuertes, me siento contento con buenas sensaciones y alcanzo la carretera de Can Massana con relativa comodidad.
Hacía ya muuuuuuuucho tiempo que no rodaba por esta zona y, no se por qué, recordaba la carretera de Can Massana como un terreno cómodo en el que poder ir a plato así que, una vez llegado al cruce desde Marganell, pienso:
- Bueno! Ahora sube plato, te acoplas, y a muerte!!!
- Dioooooossssss!!!! ¿Pero qué pasa aquí?-, me digo mientras bajo plato nuevamente y empiezo a subir piñones.
La carretera, lejos de mi recuerdo, se pone hacia arriba de forma dramática y empiezo a notar que las cosas no van demasiado bien.
En el siguiente perfil, se puede observar que efectivamente, la zona más dura del recorrido es la que va desde el cruce de la carretera hasta el siguiente cruce, el del Bruc con rampas de hasta el 10%... y yo pensando que iría acoplado a plato!!!
De repente empieza a soplar un viento terrible en contra que me fuerza a ponerlo todo y a retorcerme sobre la bici para avanzar. Llega un punto en el que no puedo más, pienso en bajar al tercer plato, pienso en bajarme de la bici, pienso dónde está la estación más cercana de tren, pienso en pegarle fuego a la Ghost…… AAAARGGGGGG!!! Un par de gritos y por fin consigo vencer la rampa alcanzando un respiro que me lleva a otra rampa terrible en la que se vuelve a repetir el proceso anterior… y ese condenado viento!!!
Agonizando llego al cruce del Bruc, tomo la carretera hacia Montserrat e intento recuperarme físicamente. De todas formas, cada repecho se me hace un mundo y estoy dudando si llegaré a Terrassa con el globo que llevo.
Bajada hacia Monistrol, donde el viento me da algún que otro susto y enlazo con la nacional hacia Monistrol y posteriormente hacia Castellbell.
Para colmo veo que rueda por delante de mí un ciclista al que estoy atrapando.
- Lo que me faltaba! Uno que seguro que se le hincha la vena del pique y se me pega a rueda!!!
Dicho y hecho, saludo mientras le adelanto y, por supuesto! El tío pegado detrás…. Es alguien del Morenito pues lleva la equipación ciclista.
Primer tramo de ascensión y, como puedo, intento mantener un pedaleo digno que no muestre signos de debilidad, jajaja!
Se ha quedado durante la subida y ahora vendrán un par de kilómetros también cuesta arriba desde el cruce a Olesa hasta el túnel del vertedero… y ahí si que me va a costar.
Así que meto caña durante la bajada y con mucha cadencia voy avanzando con más pena que gloria hasta que, por fin, veo el túnel… el del Morenito no me ha pillado, uffff!
En Terrassa, lamentable espectáculo de un tío en bicicleta quemando los últimos cartuchos por la calle paralela a la riera y llegada a casa con un vacío absoluto y sin una sola caloría sobrante.
Las 36 horas posteriores las paso súper alto de pulsaciones, con mala cara y sin ningún tipo de motivación para la 1h40’ que tocaban de carrera a pie. En lugar de eso, prefiero meterme en el agua y hacer unos metros con mucha tranquilidad…. Creo que una muy buena decisión.
Pero el jueves, ay el jueves!!! Ahí empezó la magia, ahí empezó mi B de Banyoles:
Decido hacer la tirada larga de carrera a pie, aun a sabiendas que quizás estaba demasiado cercana al domingo, pero algo me decía que era lo que debía hacerse.
El entreno en sí sería de unos 15 minutitos suaves y 2 cambios de 30’ en mitad de la zona aeróbica 1 y 10’ suaves de descanso entre ambas.
Como no tengo ni idea de cual es mi zona aeróbica (según la prueba de esfuerzo el límite aeróbico lo tengo en 182ppm pero si voy a 180ppm me da un infarto), después de hablarlo con Jordi, decido mantenerme sobre las 165ppm en ambos cambios.
Una vez estabilizado sobre las 160 – 165 ppm, me doy cuenta que voy cómodo y la velocidad ronda los 4’15/km… ambos cambios puedo mantenerlos de forma muy constante y de repente soy consciente que puedo rodar a 4’15 en zona con ligeros desniveles con bastante facilidad…. Pienso que esto es factible hacerlo en Banyoles si no me paso con la bici y vuelvo a casa contento con las sensaciones percibidas tras unos buenos 90’ de rodaje.
El viernes sería de descanso y el sábado cojo la bicicleta con la idea de rodar algo menos de dos horas tranquilo.
Tomo el camino de Castellar y nuevamente vuelvo a sentir una fuerza especial…. Con el pie levantado en todo momento, voy cosiendo kilómetros a una velocidad similar o superior a la que llevo en días en los que fuerzo… aquí hay algo diferente a lo que llevo experimentando en los últimos meses…. A ver cuánto dura!!!
Marchamos hacia Banyoles Sandra y yo para encontrarnos con Xeli y Sergio en el camping, algo más tarde llega Carlos y entre pitos y flautas nos plantamos en la pizzería (después de pasarnos por el briefing al cual hemos llegado tarde), reservada para las 26 personas que integramos la expedición Egarense.
Emulando a Marcel Zamora, pizza de atún al canto y emulando a….. bueno, emulándome a mi mismo, cervecita fresquita para mi body... jejeje.
Después de un omitible episodio intentándole hacerle entender a Carlos como funciona el juego de los Chinos, nos jugamos las camas y nos disponemos al merecido descanso pre-competitivo roto a las 6:30 por el maldito despertador.
Hace un frío de narices y a través de la puerta se vislumbra una neblina que le hace a uno estremecerse….. qué ganas de meternos en el agua helada de l’estany!!!!
Ayer nos informaron que la distancia de natación se había recortado a 1500m siguiendo la normativa de temperatura del agua cosa que favorece a unos más que a otros pero que, en general, no gusta…. Si te apuntas a un B quieres correr un B, ¿no?.
Pese a que vamos teóricamente con tiempo, el factor Restoy (similar a la ley de Murphy en todo lo relacionado con timmings) empieza a hacer de las suyas.
Carlos ha perdido el gorro, el dorsal y la placa de la bici. Lo más normal es, por supuesto, ponerse a fabricar el material durante la hora previa a la carrera…. ¿Para qué lo vas a hacer los días antes pudiendo apurar hasta el último minuto?, jajaja.
Este capítulo merecería una entrada propia pero lo resumiremos en que Carlos ha sido el primer triatleta en el universo que ha tenido la brillante idea de fabricarse la cinta del dorsal con bridas…. Para muestra un botón:
Como en el fondo somos amigos suyos, le ahorramos la mofa de la organización, jueces y demás competidores y le conseguimos una cinta que, aunque no es perfecta, le ahorrará tener que pasar algo de vergüenza. (Bastante tiene con este blog para hacerlo público, jajaja).
Si alguna vez tienes problemas con el material, no dudes en contactar con Carlos:
Mil años más tarde, por fin, llegamos a boxes a dejar los cacharros.
Me llama la atención la poca distancia entre barras y es que ya se están pasando con el tema de las inscripciones: Si pretendes una inscripción de 600 personas, hay que trabajar acorde a esa premisa y mantener unos ciertos servicios al corredor.
Yo creo que los que organizamos carreras, tenemos la responsabilidad de hacerlo pensando siempre en el participante y ofrecerle una carrera para disfrutar… los precios se están volviendo abusivos, las condiciones peores ya que los servicios se mantienen, seamos 200 ó 600…. Eso no puede ser.
No hay que pensar en el beneficio económico como una prioridad pues, de esta forma, nos estamos echando piedras sobre nuestro propio tejado.
La federación está trabajando bien pero el triatlón avanza muy rápido y cuesta adaptarse a esta progresión tan heavy…. Supongo que habría que hacer (y así se estará haciendo) un poco de benchmarking de otros países que han pasado previamente por esta fase de crecimiento.
Pero vaya! Que yo no soy nadie para ponerme a criticar…que demagogo… jejeje.
Paseito hacia la salida de la natación, idem del olímpico y allí nos encontramos con el resto de compañeros, unos más nerviosos que otros y todos enfundados en nuestros trajes de neopreno dispuestos a pasar el frío que haga falta.
Unos cuantos nos situamos a la izquierda pues es mejor hacer unos metros más que empezar a recibir mamporros por querer ir por la vía más rápida y, casi sin tiempo a pensar, dan la salida y nos tiramos al agua.
La temperatura se puede soportar perfectamente y, tras unos primero metros de colapso y algún que otro ligero golpe, consigo encontrar un sendero por el que ir avanzando a mi ritmo.
Me lo tomo con relativa calma pues no importa perder algo de tiempo en el agua que después es fácilmente recuperable en la carrera a pie y, considerando que últimamente, no estoy nadando demasiado bien en los entrenamientos, no me obsesiono y voy pensando en mis cosas sacando la cabeza a la izquierda cada 2 brazadas.
Algunas correcciones pues tiendo a desplazarme hacia la izquierda y ya encaro la boya amarilla donde daremos un giro a la derecha que nos situará en los últimos 300 ó 400 metros hasta finalizar el parcial.
Antes del giro, empiezo a notar un dolor cervical en el lado izquierdo así que voy alternando el sentido de las respiraciones para liberar esa zona. Cada vez que giro la cabeza a la derecha, tengo una imagen de multitudes nadando… vaya estrés!!!.
Llegada a la pestilente zona de la rampa de salida y sin notarme demasiado fatigado, empiezo a correr mientras busco la tira de la cremallera.
Sorpresa al llegar a boxes y encontrarme con Sergio al mismo tiempo… unos segundos más tarde llega Samu….
- Si que nadáis mal, no?- Les digo a modo de broma.
Paso unos segundo un poco atontado y sin saber bien como proceder hasta que reacciono y me bajo el neopreno al tiempo que tomo el casco y lo abrocho.
No ha sido una transición ejemplar, que digamos… pero hoy no llevo ningún tipo de presión y prefiero tomarme las cosas con calma sin llegar en ningún momento a estresarme.
Salgo de boxes despacio, vigilando de no golpear a nadie en la espalda con la bicicleta y avisando continuamente…. Vaya boxes!!!.
Subo en la bici y empiezo a pedalear acoplado mientras ingiero el primer gel según lo previsto.
Nuevamente me vuelvo a sorprender cuando miro la velocidad del cuentakilómetros en estos primeros metros… qué rápido vas, no?
Primera rampa que subo de pie a plato y voy adelantando a gente sin forzar excesivamente en ningún momento.
De repente, uno de los que estoy adelantando se pone a reír… miro a la izquierda y veo a Sergio camuflado dentro de un mono blanco y negro… -Serás cabrito yendo de incógnito!!!
Sigo a lo mío, voy pasando a mucha gente y me van pasando unos cuantos como motos, entre ellos Samu que va a un ritmo muy superior al mío. “-Este me mete hoy 20 minutos en bici”, pienso mientras sigo focalizándome en mantener el pie levemente levantado y sigo flipando con la velocidad de la pantalla.
Se me han “enganchado” unos 4 ó 5 en el tramo previo a la carretera que une Besalú con Figueres. No van a rueda pero claramente no van a 7m.
A lo lejos diviso un grupo con un mono rojo del CNT entre ellos y, como no conozco la posición en la que he salido del agua, no tengo idea de quien puede ser.
Me voy acercando rápidamente hasta alcanzar dicho grupo y mientras los avanzo en el repecho veo que es Jordi Hurtado.
-Qué tal vas?- Le pregunto
- Voy muy petado de piernas… no veas como se notan los acoples, me están pasando como aviones -, responde.
- Ya te digo!.
Vuelvo a acoplarme y sigo enlazando toboganes hasta llegar a la carretera secundaria que nos llevará a Esponellà. Allí hay situado un avituallamiento con agua, agarro una botella y le doy un par de sorbos.
-Pásame un poco de agua, por favor.- Me pide Jordi desde detrás…
Hay unos 10 ó 12 triatletas así que, dudosamente, se está cumpliendo la norma de los 7x3m.
En la bajada me pasan casi todos y claramente estamos infringiendo la norma hasta Esponellà donde el puerto vuelve a recolocar a todo el mundo en solitario. Pienso en dejar el plato puesto hasta que empiece a notar que el esfuerzo es excesivo y, con este pensamiento, me he plantado en lo alto sin apenas darme cuenta… madre mía! Voy como las motos! Me repito una y otra vez.
Larga recta al descubierto y, dónde hace unas semanas rodaba con Sergio y Carlos a escasos 26Km/h, hoy estoy pedaleando sin mucha fatiga a 37Km/h…. por suerte, hoy no pica el viento.
Primera vuelta completada y veo que la media ha sido de 36Km/h, ni en la mejor de mis previsiones había pensado en esa media y por un momento pasa por mi mente que quizás lo acabe pagando en la segunda vuelta o la carrera a pie pero, la verdad, voy muy entero y con confianza a tope.
Segunda vuelta similar a la primera y nuevamente se van formando grupetas… no veo a nadie a rueda pero pocos respetan de forma estricta las distancias según normativas.
Paso a Guillem, que está entrenando por la zona, y me comenta que le ha pasado Samu muy fuerte.
- Me lo imagino! A mi me ha pasado al inicio de la primera vuelta como una cuatro tiempos.
- ¿Al inicio de la primera vuelta? Pues lo llevas cerca… ¿Ves aquel grupo de allí? – Me indica un grupo que avanzan intercalados a un par de minutos por delante – Pues allí va.
Es verdad. Puedo distinguir desde mi posición el casco blanco aerodinámico y el mono rojo.
- Coñe! Pues si que voy bien, que no me lleva tanta distancia!
Pese a que apreto un poco, no consigo recortar distancias.
Los kilómetros van pasando jugando al límite con las distancias que me preceden con el de delante.
En los repechos vuelvo a sacar distancia con la mayoría de compañeros y la moto de los jueces van sacando tarjetas a doquier a aquellos que, descaradamente, van a rueda.
Cuando la carretera se pone llana, nuevamente el grupo se “compacta” y hay momentos en los que hay que meterse en el carril izquierdo (abierto al tránsito) para distanciarse de otros ciclistas.
Se llega al puerto, por segunda y última vez, el cual vuelvo a subir con el plato y todavía guardando fuerzas para el último sector.
De repente, ruido de ruedas de perfil al canto acercándose desde detrás y pienso “ No veas como viene el bestia que sea”…. Giro la cabeza a la izquierda y al tiempo escucho “- Seréis cabrones!!”…. Es Jordi Fabra!!! Madre mía, como sube el tío!!
Casi no tengo tiempo de mediar palabra….
– Tienes a Samu por delante cerca!-. Le indico.
- ¿A quién?-, pregunta.
- A Samuuuu!!!!.
- Vale!!- Y sigue progresando a ritmo inasequible.
Tenía tan asumido que el repaso sería mucho más apabullante así que, de repente, soy consciente que estoy haciendo un carrerón… con solo las dos bestias del club por delante a poca distancia…. – Hoy estás que te sales!!!- Me sigo repitiendo.
Llegada a boxes y veo a Fabra colgando el casco en la bici mientras saco el cuerpo dispuesto a bajar antes de la zona indicada por el juez.
Me lo tomo con relativa calma, cambiando el reloj cutre por el Garmin y poniéndome calcetines… no viene de unos segundos… y salgo dispuesto a hacer una carrera que me satisfaga.
Los primeros kilómetros son siempre una sorpresa, se tiende a salir rápido pero tras unos minutos los músculos se ponen en su sitio y te pagan con el ritmo que te mereces en función de cómo los hayas castigado en sectores previos.
Enciendo el Garmin y no es hasta el segundo kilómetro que me muestra el ritmo tras localizar los satélites pertinentes…. Bien!!! Por debajo de 4’/km y con buenas sensaciones.
Llego a la carretera sin parar de adelantar corredores, tomo un trozo de naranja y agua mientras noto que vuelo al entrar nuevamente en la pista. Sigo viendo constantemente como el ritmo se va manteniendo en el 4’/km, algunas ocasiones por encima y otras con el fantástico número 3 encabezando el marcador.
Moral por los cielos al pasar por la zona de claca donde están los nuestros animando a tope!... Sandra, Elias, Pardina (quien ha sufrido un golpe, por suerte sin incidencias, en el agua y se ha tenido que retirar), Xeli, Mónica, Susana, Sandra Martínez, etc….
Jordi Elias me pregunta:
- ¿Qué tal vas? Se te ve bien!.
- Me siento muy bien, la verdad.
- OK, pero vigila!
Tras la advertencia, decido levantar un poquito más el pie en la segunda vuelta y, al pasar por el avituallamiento líquido, engullo un gel. Entre la pasta que se me hace en la boca, los segundos de falta de respiración intentando tragar el gel y beber el agua, tengo unos momentos de bajón.. por suerte se trata tan sólo de unos segundos y vuelvo a coger un buen ritmo, ligeramente superior al 4’/km… fantástico.
En la zona de carretera ya veo a Samu a lo lejos, a unos 300-400 metros y de la forma en la que me encuentro, veo que lo voy a alcanzar mientras paso a Isma Oliver al cual saludo y me indica que llevo a Samu a tiro… je, je, je…. Como somos.
Antes de finalizar la segunda vuelta adelanto a Samu y pienso en reservar para la tercera y última vuelta y esperando no tener una crisis en lo que queda de carrera.
Nuevo bajón durante el proceso de engullimiento de gel y agua… glupglapsglups… Argggg! Ya está, todo para adentro!.
Durante la última vuelta, adelanto a Toni el cual lleva un ritmo muy por debajo al suyo y, aunque el mío también ha bajado ligeramente, sigue siendo muy bueno y ya voy riendo de la alegría por la gran carrera que me está saliendo.
De vez en cuando otros corredores a los que adelanto me van animando, cosa que me sorprende y gratifica enormemente.
En el último paso por el puesto de las naranjas no consigo acertar la mano del voluntario y, como si se tratase de un talismán, me paro, doy media vuelta y agarro el trozo de cítrico y la botella de agua.
Últimos kilómetros en los que vuelvo a volar y en el que adelanto a Sergio García quien, por desgracia, está sufriendo dolores estomacales durante el parcial a pie y, ya con mis dos pulseras de color, me indican hacia la izquierda mientras dos o tres personas gritan al unísono: - A meta!!! – A meta!!!
Escucho el griterío, se me ponen los pelos de punta y una valla se cae a mi paso debido al viento y obligándome a dar un salto para evitar ser chafado. No puedo evitar reírme mientras pienso… “lo que me faltaba, a 100 metros de meta y lesionado por una valla metálica”.
Entrada triunfal con brazos en alto para lo que ha sido la carrera en las que mejores sensaciones he llevado.
Tiempo final: 3h47’21’’ con los siguientes parciales:
Natación: 24’ (1500m)
Bici: 2h05’44’’ (72km + transiciones)
Pie: 1h17’37’’ (19Km)
Saludo y felicito a Fabra por la carrera y esperamos al resto de compañeros para felicitarnos y hacernos la foto de rigor:
Un grandísimo día que me da mucha confianza (que falta me hacía) de cara a Niza… como decía Macario (por hacer referencia a algunos grandes personajes de nuestro tiempo):Nuevamente me vuelvo a sorprender cuando miro la velocidad del cuentakilómetros en estos primeros metros… qué rápido vas, no?
Primera rampa que subo de pie a plato y voy adelantando a gente sin forzar excesivamente en ningún momento.
De repente, uno de los que estoy adelantando se pone a reír… miro a la izquierda y veo a Sergio camuflado dentro de un mono blanco y negro… -Serás cabrito yendo de incógnito!!!
Sigo a lo mío, voy pasando a mucha gente y me van pasando unos cuantos como motos, entre ellos Samu que va a un ritmo muy superior al mío. “-Este me mete hoy 20 minutos en bici”, pienso mientras sigo focalizándome en mantener el pie levemente levantado y sigo flipando con la velocidad de la pantalla.
Se me han “enganchado” unos 4 ó 5 en el tramo previo a la carretera que une Besalú con Figueres. No van a rueda pero claramente no van a 7m.
A lo lejos diviso un grupo con un mono rojo del CNT entre ellos y, como no conozco la posición en la que he salido del agua, no tengo idea de quien puede ser.
Me voy acercando rápidamente hasta alcanzar dicho grupo y mientras los avanzo en el repecho veo que es Jordi Hurtado.
-Qué tal vas?- Le pregunto
- Voy muy petado de piernas… no veas como se notan los acoples, me están pasando como aviones -, responde.
- Ya te digo!.
Vuelvo a acoplarme y sigo enlazando toboganes hasta llegar a la carretera secundaria que nos llevará a Esponellà. Allí hay situado un avituallamiento con agua, agarro una botella y le doy un par de sorbos.
-Pásame un poco de agua, por favor.- Me pide Jordi desde detrás…
Hay unos 10 ó 12 triatletas así que, dudosamente, se está cumpliendo la norma de los 7x3m.
En la bajada me pasan casi todos y claramente estamos infringiendo la norma hasta Esponellà donde el puerto vuelve a recolocar a todo el mundo en solitario. Pienso en dejar el plato puesto hasta que empiece a notar que el esfuerzo es excesivo y, con este pensamiento, me he plantado en lo alto sin apenas darme cuenta… madre mía! Voy como las motos! Me repito una y otra vez.
Larga recta al descubierto y, dónde hace unas semanas rodaba con Sergio y Carlos a escasos 26Km/h, hoy estoy pedaleando sin mucha fatiga a 37Km/h…. por suerte, hoy no pica el viento.
Primera vuelta completada y veo que la media ha sido de 36Km/h, ni en la mejor de mis previsiones había pensado en esa media y por un momento pasa por mi mente que quizás lo acabe pagando en la segunda vuelta o la carrera a pie pero, la verdad, voy muy entero y con confianza a tope.
Segunda vuelta similar a la primera y nuevamente se van formando grupetas… no veo a nadie a rueda pero pocos respetan de forma estricta las distancias según normativas.
Paso a Guillem, que está entrenando por la zona, y me comenta que le ha pasado Samu muy fuerte.
- Me lo imagino! A mi me ha pasado al inicio de la primera vuelta como una cuatro tiempos.
- ¿Al inicio de la primera vuelta? Pues lo llevas cerca… ¿Ves aquel grupo de allí? – Me indica un grupo que avanzan intercalados a un par de minutos por delante – Pues allí va.
Es verdad. Puedo distinguir desde mi posición el casco blanco aerodinámico y el mono rojo.
- Coñe! Pues si que voy bien, que no me lleva tanta distancia!
Pese a que apreto un poco, no consigo recortar distancias.
Los kilómetros van pasando jugando al límite con las distancias que me preceden con el de delante.
En los repechos vuelvo a sacar distancia con la mayoría de compañeros y la moto de los jueces van sacando tarjetas a doquier a aquellos que, descaradamente, van a rueda.
Cuando la carretera se pone llana, nuevamente el grupo se “compacta” y hay momentos en los que hay que meterse en el carril izquierdo (abierto al tránsito) para distanciarse de otros ciclistas.
Se llega al puerto, por segunda y última vez, el cual vuelvo a subir con el plato y todavía guardando fuerzas para el último sector.
De repente, ruido de ruedas de perfil al canto acercándose desde detrás y pienso “ No veas como viene el bestia que sea”…. Giro la cabeza a la izquierda y al tiempo escucho “- Seréis cabrones!!”…. Es Jordi Fabra!!! Madre mía, como sube el tío!!
Casi no tengo tiempo de mediar palabra….
– Tienes a Samu por delante cerca!-. Le indico.
- ¿A quién?-, pregunta.
- A Samuuuu!!!!.
- Vale!!- Y sigue progresando a ritmo inasequible.
Tenía tan asumido que el repaso sería mucho más apabullante así que, de repente, soy consciente que estoy haciendo un carrerón… con solo las dos bestias del club por delante a poca distancia…. – Hoy estás que te sales!!!- Me sigo repitiendo.
Llegada a boxes y veo a Fabra colgando el casco en la bici mientras saco el cuerpo dispuesto a bajar antes de la zona indicada por el juez.
Me lo tomo con relativa calma, cambiando el reloj cutre por el Garmin y poniéndome calcetines… no viene de unos segundos… y salgo dispuesto a hacer una carrera que me satisfaga.
Los primeros kilómetros son siempre una sorpresa, se tiende a salir rápido pero tras unos minutos los músculos se ponen en su sitio y te pagan con el ritmo que te mereces en función de cómo los hayas castigado en sectores previos.
Enciendo el Garmin y no es hasta el segundo kilómetro que me muestra el ritmo tras localizar los satélites pertinentes…. Bien!!! Por debajo de 4’/km y con buenas sensaciones.
Llego a la carretera sin parar de adelantar corredores, tomo un trozo de naranja y agua mientras noto que vuelo al entrar nuevamente en la pista. Sigo viendo constantemente como el ritmo se va manteniendo en el 4’/km, algunas ocasiones por encima y otras con el fantástico número 3 encabezando el marcador.
Moral por los cielos al pasar por la zona de claca donde están los nuestros animando a tope!... Sandra, Elias, Pardina (quien ha sufrido un golpe, por suerte sin incidencias, en el agua y se ha tenido que retirar), Xeli, Mónica, Susana, Sandra Martínez, etc….
Jordi Elias me pregunta:
- ¿Qué tal vas? Se te ve bien!.
- Me siento muy bien, la verdad.
- OK, pero vigila!
Tras la advertencia, decido levantar un poquito más el pie en la segunda vuelta y, al pasar por el avituallamiento líquido, engullo un gel. Entre la pasta que se me hace en la boca, los segundos de falta de respiración intentando tragar el gel y beber el agua, tengo unos momentos de bajón.. por suerte se trata tan sólo de unos segundos y vuelvo a coger un buen ritmo, ligeramente superior al 4’/km… fantástico.
En la zona de carretera ya veo a Samu a lo lejos, a unos 300-400 metros y de la forma en la que me encuentro, veo que lo voy a alcanzar mientras paso a Isma Oliver al cual saludo y me indica que llevo a Samu a tiro… je, je, je…. Como somos.
Antes de finalizar la segunda vuelta adelanto a Samu y pienso en reservar para la tercera y última vuelta y esperando no tener una crisis en lo que queda de carrera.
Nuevo bajón durante el proceso de engullimiento de gel y agua… glupglapsglups… Argggg! Ya está, todo para adentro!.
Durante la última vuelta, adelanto a Toni el cual lleva un ritmo muy por debajo al suyo y, aunque el mío también ha bajado ligeramente, sigue siendo muy bueno y ya voy riendo de la alegría por la gran carrera que me está saliendo.
De vez en cuando otros corredores a los que adelanto me van animando, cosa que me sorprende y gratifica enormemente.
En el último paso por el puesto de las naranjas no consigo acertar la mano del voluntario y, como si se tratase de un talismán, me paro, doy media vuelta y agarro el trozo de cítrico y la botella de agua.
Últimos kilómetros en los que vuelvo a volar y en el que adelanto a Sergio García quien, por desgracia, está sufriendo dolores estomacales durante el parcial a pie y, ya con mis dos pulseras de color, me indican hacia la izquierda mientras dos o tres personas gritan al unísono: - A meta!!! – A meta!!!
Escucho el griterío, se me ponen los pelos de punta y una valla se cae a mi paso debido al viento y obligándome a dar un salto para evitar ser chafado. No puedo evitar reírme mientras pienso… “lo que me faltaba, a 100 metros de meta y lesionado por una valla metálica”.
Entrada triunfal con brazos en alto para lo que ha sido la carrera en las que mejores sensaciones he llevado.
Tiempo final: 3h47’21’’ con los siguientes parciales:
Natación: 24’ (1500m)
Bici: 2h05’44’’ (72km + transiciones)
Pie: 1h17’37’’ (19Km)
Saludo y felicito a Fabra por la carrera y esperamos al resto de compañeros para felicitarnos y hacernos la foto de rigor:
- Que contento etoyyyyyy!!!
Merecida carga de calorías a base de grasa en sus diversas modalidades:
Recorte Diari de Terrassa:
La anterior semana, de recuperación, sin mucho que destacar. Algunos compañeros, los que preparan corta distancia, hicieron el test de 3000m en pista… cómo está la gente!!!
Los totales de ambas semanas:
Semana 24:
Natación: 4000m
Ciclismo: 98Km
Carrera pie: 23Km
Semana 25:
Natación: 5800m
Ciclismo: 195Km
Carrera pie: 49Km
Sigo teniendo la terrible sensación de que voy justito de volumen…. Ufffff!!!
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