viernes, 26 de abril de 2013

Manual para el triatleta popular, además de otras muchas cosas más... 1a parte



¿Es posible ser un buen triatleta al tiempo que mantener unos niveles aceptables en las funciones de esposo, padre, asalariado, ente social, etc..?.

La buena noticia es que SI !......... pero con matices.

Los matices en cuestión hacen referencia a cómo acotemos la acepción “ser buen triatleta”. Si ser buen triatleta significa estar subido en cualquiera de los 3 escalones del podio al finalizar una carrera… mmmm …. en ese caso, la gran mayoría de nosotros no tendremos opciones, ni tan siquiera entrenando como profesionales.

Incluso si concebimos ser buen triatleta como finalizar un triatlón local entre los, digamos, 20 primeros clasificados pues también va a resultar un objetivo muy complejo para la mayoría de los populares que copamos semana tras semana la línea de salida de cualquier carrera popular.

Pero si nuestras ambiciones competitivas son realistas y asumibles - sin perder de vista que somos deportistas populares - y teniendo en cuenta las facultades físicas y mentales de cada espécimen en cuestión, en ese caso sí podemos llegar a realizar buenas actuaciones al tiempo que cumplir con el resto de tareas sociales.

En mi opinión, el objetivo o reto deportivo que nos marquemos en un momento X de nuestras vidas debe surgir de la combinación de dos factores:

a) De cuánto tiempo voy a disponer para preparar la competición.
b) Cuánto sacrificio estoy dispuesto a invertir en el reto.

Así, una vez realizado el cocktail de ingredientes, debo valorar si cierto objetivo es factible o una absurda tontería que me va a generar insatisfacciones y frustración.

A modo de ejemplo, en el momento actual de mi vida no se me va ocurrir preparar un Ironman con el objetivo de bajar de 10 horas ya que no dispongo de tiempo para ello o, dicho de otro modo, para obtener el tiempo que debería emplear para ello sería necesario invertir un sacrificio demasiado grande (horas más que intempestivas, tiempo de familia hipotecado, etc…). Y, puesto que no tengo ninguna intención de ir a un Ironman a arrastrarme (si no me he preparado de forma adecuada, no me presento en un IM), pues éste se convierte en un objetivo no realizable.

Pues bien, empezando por lo segundo: para valorar la cantidad de sacrificio que podemos llegar a invertir, debemos reflexionar sobre cuán motivante es determinado objetivo para nosotros.

Y la extensión de la reflexión es tan grande como seres individuales hay en la tierra… acabar una carrera de 5km puede ser mucho más motivador para Juan que para Daniel acabar en la posición 17 de la UTMB…

Y puesto que, y ahora no voy a engañar a nadie, el sacrificio que nos va a tocar asumir va a ser bastante elevado, es mejor buscar un objetivo que realmente nos motive, como dirían los jóvenes, que nos ponga palotes!

Ahora toca tratar el segundo factor: ¿Qué tiempo puedo dedicarle al deporte?. Aquí cada uno debe cogerse su libreta, lápiz y goma (pues normalmente hay que corregir bastante), marcar sus “obligaciones” diarias y analizar qué espacios reales le quedan en el pedazo de papel… He aquí mi papelillo marcada mi jornada laboral partida, recoger a Amaia en la guardería y tratar de mantener las tardes para quehaceres familiares…


Todos conocemos casos (o quizás lo hemos vivido en primera persona en algún momento de nuestra vida) de populares que priorizan sus entrenamientos por encima de aspectos laborales, familiares, etc…. Aquí, cada uno que aguante su vela, pero creo que es importante no perder el norte y saber en cada momento qué malabares pueden llegar a ser contraproducentes para nuestro equilibrio emocional…. Ostia, estoy releyendo la última frase y me cuesta entenderla!!... vamos, que es mejor perder un entreno que encontrarte la carta de despido en recursos humanos o las maletas en la puerta porque tu jefe o tu mujer han llegado a un punto de no retorno, jejeje…


Volviendo a mi persona (mi condición de hijo único ha impregnado en mi carácter un puntito de egocentrismo ridículo… y además estoy en mi blog, que carallo!), y analizando mis horarios libres (mayormente previos a jornada laboral, nocturnos así como algunas horas del fin de semana y alguna hora robada a la familia tras el trabajo), me dan una indicación de que un half sería el límite asumible y siempre con la idea de que va a ser complicado llegar en el mismo estado de forma que lo hacía en años pretéritos.

En este inicio de temporada el objetivo marcado en rojo es el Extrememan Salou, de distancia Half (1,9 - 90 - 21), que tendrá lugar el próximo fin de semana y como ejemplo contrario a todo lo escrito anteriormente, sin ningún objetivo claro marcado.
En anteriores competiciones de este tipo siempre me he puesto un listón (quedar entre los 25 primeros, hacer menos de 5 horas, ...) pero en esta ocasión no me he marcado ningún reto más allá de un genérico "hacer una carrera digna"...

La verdad es que el sacrificio que me ha resultado entrenarlo ha sido, en ocasiones, mayor de lo que estaba dispuesto a asumir; seguramente por esa falta de definición en el objetivo a cumplir. El asqueroso invierno que nos ha tocado pasar, encapsulado en frio, lluvias y viento no ha ayudado en absoluto a plantarme con la mejor de las sonrisas a las 6am en el borde de la piscina y dispuesto a darlo todo en el agua. Por no mencionar el hecho de salir en bicicleta todavía de noche, mientras unas desagradables gotillas de agua me llenaban los cristales de las gafas y los dedos de las manos se me acartonaban del frío mientras mi cabeza no hacía más que preguntarse qué narices estaba haciendo ahí.
Digamos que he estado tan al borde entre sacrificio y motivación que en algunas ocasiones he desechado el entreno, simplemente me he quedado durmiendo un poco más, o me he puesto el pijama en lugar de las mallas…. Es lo que hay.

Pero, pese a todo, debo reconocer que la voluntad finalmente ha podido con la desmotivación y, en términos generales, he cumplido con un plan de entrenamiento para finalizar más que dignamente el half (espero).


Hasta aquí una disertación más o menos aburrida sobre objetivos, motivación y gestión del tiempo en el deporte y, en mi próxima entrada, compartiré los entrenamientos que considero clave para preparar un half y cuales han sido las alternativas que he tenido que inventar para progresar cuando la disponibilidad te relega a la oscuridad y al frío… creo que puede ser útil para esos locos que quieren ser triatletas además de otras muchas cosas más…