martes, 31 de mayo de 2011

Triatló Sprint Sant Feliu Guixols y semanas previas a EM Salou

Madre mía! Como me he colgado con el blog!!! Creo que he alcanzado el record en dos años respecto a intervalo de tiempo entre entradas… casi 4 semanas!!!.










Un incremento en mis viajes laborables, compromisos varios y otras tareas que no vienen a cuento, han priorizado mi tiempo sobre ponerme al día en el blog pero ya estoy listo para plasmar en cuatro (ja, ja, ja, ja) líneas, lo más interesante de estas pasadas semanas.

Tras el Triatlón por equipos del Prat, que tan buen recuerdo me ha dejado, tocaba ponerse las pilas para vivir entrenos “valiosos” de cara al Extrememan. Entrenos que sumaran en el aspecto físico pero, sobre todo, en el mental ya que no hay forma de afrontar una carrera tan larga si no se ha amueblado el coco con unos mínimos.


Como siempre, tendencia a pensar que no se ha entrenado lo suficiente y a estas alturas deberían aparecer las dudas lógicas sobre si estamos preparados para la gesta.

Me acojo a las palabras sabias de Mr. Scrooge: - PAPARRUCHAS!!!.

El año pasado llegaba a Niza con una bolsa de dudas más grande que la deuda externa de España pero el resultado era inapelable y las dudas se mostraban como infundadas.

Así que este año, pese a que el circuito tenga mayor desnivel que el de Niza, aunque parece que la distancia sea superior a la edición Francesa o que el recorrido de carrera a pie tenga un par de kilómetros picando ligeramente para arriba…. El domingo próximo estaré en la salida con mucho respeto, eso sí, pero al menos sin dudar que puedo finalizar.

Este año, si cabe, lo he pasado mejor que el anterior y puedo afirmar que es el año en el que mejor forma me encuentro, tanto soportando cargas como en velocidad. Supongo que la recurrida “memoria” de lo entrenado la temporada pasada, tiene un efecto real sobre el rendimiento ya que no he cambiado nada de lo realizado en años anteriores.


En fin, resumiendo un poco de lo acontecido en las últimas 4 semanas:


Travesia de Coma-ruga


En natación, mención especial a la esperada Travesia de Comarruga, una actividad organizada por el Club Naútic de Coma-ruga de forma excelente y exclusivamente para nosotros y que, año tras año, va ganando más adeptos. En esta, ya su tercera, edición se sumaron algunos compañeros del TerrassaSports siendo el número de participantes en la travesía cercano a la cincuentena de triatletas.



El estado de la mar hacía presagiar más de un mareo o acojone previo pero, entre la inconciencia de unos y la inmadurez de otros, de repente estábamos todos braceando en dirección a la primera boya, situada a unos 1000m.

Este año, por lo movidito del agua, se había situado la boya a 1000m y, en función de las ganas de cada uno, se podía escoger entre 1 ida-vuelta de 2000m o el completo de 2 vueltas (4000m).





Personalmente la ida mucho mejor de lo esperado. Me metí concienciado en superar mis fobias al agua y tratar mentalmente de mantener mis intestinos cohesionados y así llegue a la primera boya en una de las posiciones de cabeza, junto a Hermies y Sergio.

El regreso ya fue otra cosa. Mi cabeza se mantenía firme mientras mis intestinos parecían haber tomado ritmo propio, siempre al son del fuerte oleaje y corrientes que hacían el trayecto de vuelta un suplicio para los de mi calaña.

Así mis compañeros se alejaban y yo quedaba a merced de la desorientación, las bocanadas de agua salada y algún que otro “eruptito” sólido…. Disculpen por la descripción casi-escatológica de mi relato.

Me dispongo a nadar un poco de espalda para poder dar rienda suelta a mis efluvios gástricos y, en mitad de mi generosa aportación salina (espero no haya nadie comiendo), me veo un gorrito azul a un par de metros tras mí.


- Corcholis! -, que dirían Zipi o Zape. – Espero que este compañero deje algo para los pececillos, jajajaja!!!.

De repente veo a Hurtado bajo el gorro azul de Niza y, esbozando una sonrisa, le saludo mientras me adelanta ahorrándome cualquier comentario acerca del episodio… Si eso, ya se lo explicaré.

Fantástico tomar sus pies como referencia y, despreocupándome totalmente de la orientación, me dedico a seguir los salpicones de agua frente a mí y llego al puerto con ninguna gana de seguir pasándolo mal en el agua.

La fideuà posterior pone de manifiesto el éxito de la actividad y el saber hacer de la gente del Club: más de un centenar de personas dispuestas bajo carpas, compartiendo una buena combinación de deporte, amistad y familia… si Dios existe (y no es Messi) debe ser alguno de estos señores del Club Naútic.



Sin dejar los entrenos en agua, gran descubrimiento el de sustituir alguna de las aburridas sesiones de piscina por natación en aguas abiertas en la playa de la Mar Bella. Desde ahora, ineludible entrenamiento semanal para disfrutar realmente de la natación en estado puro, sin corcheras, sin línea en el fondo y sin voltear cada 25m.


En bicicleta, buenas sensaciones en general y cómodo sumando kilómetros. No ha habido muchas tiradas largas, para ser honesto, pero si algunas combinadas de bicicleta + “algo” que me han divertido mucho.

Como tirada pura y dura, una que había que repetir este año: La subida a Collformic.

Y así fue como un domingo 8 de Mayo salía bien tempranito dispuesto a enfrentarme, esta vez solo, a los 2200m de desnivel acumulados en 165km de recorrido por Sabadell-Granollers- Cardedeu-Santa Mª Palautordera-Tona-Moia-Calders-Sant Llorenç-Castellar.

El entreno en sí me puso a prueba en distintas ocasiones: la primera descargando la furia de Dios en forma de torrencial lluvia sobre mí a lo largo de unos 15 quilómetros lo cual me dejo absolutamente empapado.


Una vez la lluvia decidió remitir, un pinchazo me obliga a parar en Granollers para practicar el cambio de neumático. Por suerte, reviso la zona interior de la cubierta y descubro que un trozo de alambre es el culpable de mi parada… lo lanzo a la cuneta, no sin antes lanzarle un par de improperios, que siempre le dejan a uno más tranquilo.

Ya en proceso de bombeo de aire, se parte la bomba y me quedo con un mínimo de aire con el que puedo avanzar penosamente hasta alcanzar a un ciclista a la altura de Cardedeu quien, amablemente, me deja la suya para darle presión a la rueda trasera y poder proseguir mi marcha.

- Buf! Y sólo llevo 40Kms!!!

Como no todo en la vida suele ir mal, supero esos primeros momentos en los que a uno le entran ganas de subirse a un tren y volver a la cama de la que no debería haber salido jamás. Y el sol empieza a aparecer perezosamente entre las nubes al tiempo que llego a Santa María de Palautordera y trato de recordar dónde empezaba realmente el puerto.

Voy adelantando a algunos ciclistas y, en un momento de indecisión, pregunto a un chaval al que acabo de alcanzar:

- ¿Voy bien por aquí a Collformic?.
- Si, el próximo desvío a la izquierda y todo para arriba.
- ¿Cuántos quilómetros, más o menos?, le pregunto.
- Creo que unos 12, deben quedar – me responde.
- Venga, pues muchas gracias.

Y todo chulito yo, me dispongo a dejarlo y proseguir mi camino mientras él decide que mi Mavic es una buena rueda a la que pegarse y a cada cambio de ritmo mío, también él se calienta para que no lo deje.

Así transcurren unos 10 kilómetros en los que me estoy dejando la vida (intentando que se me note sobrado, claro está) para dejar a mi compañero improvisado.

Cuando estoy sobre el Km11 de ascensión, nuevo cambio al que también responde y una sucesión de curvas me hacen darme cuenta que al puerto todavía le quedan kilómetros por pedalear…. Me imagino a mí mismo clavando los frenos y gritándole al chico: ¿PERO NO HABÍAS DICHO 12 KMS???.

En lugar de eso, trato de mantener el ritmo y aumentar la cadencia.

No sé por qué, sobre el Km13 de ascensión, empiezo a abrir hueco con mi perseguidor y me meto una serie de un quilómetro para intentar llegar destacado al premio de montaña… pero es sólo un espejismo. Una zona plana previa a la última rampa, le sirve para volver a ponerse a mi lado y decirme que ahora sí se acaba el puerto, que había calculado mal la distancia y eran 15kms en lugar de 12km.

Acabaremos estos últimos metros charlando un poco mientras él hace parada arriba y yo continuo camino de Seva para no perder más tiempo del que ya he perdido hoy.

Resto de la salida sin incidencias y con mejores sensaciones que el año pasado llego a Terrassa para completar el entreno con unos discretos 3km de carrera a pie. Ya es demasiado tarde como para más y no hay que tensar la cuerda más de lo estrictamente necesario.




Otra interesante actividad fue la Half pirata organizada por Jordi Elias en Salou con el objetivo de familiarizarnos con parte del circuito ciclista y los 10,5kms sobre los que discurrirá la maratón.


Hasta allí nos desplazamos un buen ramillete de triatletas, tanto futuros participantes del EM (Pardina, Aznal, Alex, Guinart, Jose Milán, Jose Rio y un colega de este último) como compañeros que querían saborear un entreno diferente (Ureña, Edgar, Tabita, Elias, Aleix, Edu Gallardo y Cristian).




Una natación que se puede tachar de perfecta: magnífico día, playa absolutamente solitaria, mar plano como un… como una… bueno, como algo muy plano, que ahora no se me ocurre una metáfora adecuada.



Siguiendo los pies de Elias (hasta que el señor apretaba un poquito para hacer algún cambio de ritmo… momento en el que desaparecía de nuestra visión) y practicando el nado con neopreno y la orientación tratando de enfocar a las boyas amarillas.

La bici fue lo más “accidentado” del día:

Se decidió hacer un circuito un tanto pestoso pues tan sólo veríamos los primeros 50kms del circuito, subiendo la Mussara y empalmaríamos de nuevo por Francolí hasta Alforja para deshacer el camino.



El problema es que, durante la vuelta a Riudoms, el amigo Pardina se perdió y a Elias le entró la vena paternalista encabezándose en volver a buscarlo. Consecuencia: Aleix Prat, Elias y yo empalmamos carretera de vuelta a Riudoms para localizar a Pardina (cosa que claramente no iba a suceder puesto que cualquier persona en su sano juicio, se buscaría la vida para volver por su cuenta a Salou… pero bueno, allá que nos fuimos).

Mis dos compañeros van tocados: Aleix, con poco entreno va al límite y Elias cada vez está peor de su problema muscular. Así que me toca tirar de los dos durante unos cuantos kilómetros por la T-310, carretera pesadita donde las haya.

Llegamos a Riudoms y, como no era de extrañar, Pardina no está sentado llorando y lamentándose que nos hayamos ido. Media vuelta y toca meterse 10kms tirando nuevamente de un Aleix bastante vacío y un Elias que incluso va haciendo la goma…

Vamos siguiendo los carteles amarillos que indican “Circuito Ciclismo” hasta que extrañados después de tanto rato de no ver un solo cartel de Salou, nos decidimos a parar sospechando que no vamos del todo bien.

Efectivamente, nos hemos desviado en dirección Montroig del Camp y estamos a 1h de Salou.. ostia!!!. Sólo Elias tiene móvil y con el 5% de batería que le queda utiliza el comodín de la llamada para avisar que nos vengan a recoger con una furgoneta.

Yo sumo algunos kilómetros más hasta completar 110km y dar por buena la salida hasta que llega Pardina con la fragoneeeeta y nos dirigimos a las 14:30 hacia Salou sin saber si podremos hacer algo de carrera a pie…. Es ya tarde y no sabemos cómo estarán los ánimos del personal.

A la llegada, algunos ya han salido a correr (Alex, entre ellos, lleva ya 8kms) y la mayoría de los que no han corrido tienen ganas de trotar. Dicho y hecho: cambio de ropa y Elias nos va marcando el circuito montado en bici.


El calor es sublime y los amigos Edu Gallardo y Jordi Ureña se encargan de llevarnos sufriendo a 4’ durante los primeros 5 kms. Yo no hago más que pensar que el ritmo es demasiado fuerte para mí pensando en correr 20kms y los muy indeseables me abandonan en uno de los pasos por nuestra zona improvisada de boxes, el parking del paseo.


Así que me quedo sólo corriendo y notando el calor sofocante mientras intento mantener el ritmo sobre 4’20’’. Por detrás David Guinart lleva buen ritmo y se le ve muy entero. Algo más retrasados van Alex (que finaliza tras 19kms corriendo y Tabita que completa 10km a una media butal).

Paso a la altura del coche para dar una segunda vuelta al circuito, esta vez sin rueda a seguir pues Elias ya se recoge con Pardina.

De repente, al salir del paseo, empiezo a notar como las energías menguan. No consigo recordar por dónde exactamente era el camino y deambulo por las calles de Salou con Guinart cometiendo los mismos errores a unos 200 metros tras de mí.


Derrotado por mi incapacidad orientativa y por mi vacío energético, me paro a esperar a David y juntos intentamos localizar el circuito nuevamente.


Al fin encontramos el carril bici que hay que ir siguiendo para empalmar rotonda tras rotonda pero yo ya no soy capaz de seguir corriendo. Le digo a David que continúe y camino unos metros para recuperar lo irrecuperable. Nuevamente me pongo a trotar y le digo a David que no llego a la última rotonda, que me doy la vuelta.


Se vuelve conmigo y de nuevo necesito caminar un rato. Él continua y haciendo un esfuerzo decido seguir trotando como sea los 2,5km que me separan del coche donde llego agonizando y destrozado tras 15kms a pie.


Lo positivo, que estas experiencias me obligan a tomarme las cosas con calma el día de la carrera ya que ciertamente el calor y la dureza del circuito van a provocar numerosos muertos en la maratón.



La última (bendita) locura cometida fue la transición realizada la pasada semana en la que, junto a unos cuantos compañeros (Aleix, J.Ureña, X. Aznal, Jose Rio, Jose Milán más Cristian y Fabra quienes darán la vuelta antes), salíamos desde Terrassa en dirección Sant Feliu de Guixols para, una vez llegados allá, José Milán y yo participar en la triatlón sprint.




La salida transcurrió con normalidad, con los Joses marcando un buen ritmo en zonas llanas (tranqui como está de fuerte el personal) y disfrutando los sube-baja de la carretera de la costa, con vistas espectaculares de las calas cercanas a Tossa.

A la llegada, mega homenaje con medio litro de cerveza de la buena y saludo a la multitud de colegas que hay hoy en boxes mientras coloco mis “herramientas” en la zona reservada con mi número en la barra.


Con algo de retraso me meto en el agua y nado pausadamente en dirección a la salida.


En uno de los ladeos para coger aire, veo a Ferran en la orilla haciéndome indicaciones con los dos brazos y corriendo hacia el espigón donde está situada la salida de la carrera.


- Cago’n la leche!, a que llego tarde!!!!


Empiezo a bracear con fuerza hacia la orilla y, una vez toco fondo, me levanto para esprintar dirigiéndome a la multitud de personal preparada temiendo que de un momento a otro va a sonar la bocina.


Por suerte, no ha sido más que una falsa alarma y consigo situarme en una buena posición mientras acaban de explicar el recorrido a través de las boyas.


El continuo uso de frases tontas y el balbuceo de mis palabras, enseguida me hacen darme cuenta que algo no funciona según lo esperado.


- ¿Qué me pasa?, si hasta me noto un poco mareado.


Mi cuerpo está actuando como un imperfecto carburador: mezcla de exceso de aire + ½ litro de birra = borrachera segura !.


Y allí, con mi neopreno y mis gafas azules, situado detrás de Jordi Elias y Lluis Aguilar… tomo conciencia que estoy a punto de tomar la salida de un triatlón sprint en estado de embriaguez…. JAJAJAJAJAJA…. Patético!!!!.


Sin casi tiempo de nada suena la sirena y riéndome de mí mismo me lanzo al agua copiando a los que me preceden.




Primeras brazadas a saco camino de la primera boya y mínimos toques con otros triatletas llegando a la primera boya muy bien situado. A partir de aquí, creo que ya se me ha pasado mi bochornoso estado y continuo braceando camino de la segunda a un ritmo más tranquilo y empujando continuamente a alguien que nada a mi lado y se obsesiona en venirse contra mí…. O eso, o realmente no acabo de estar del todo sereno y voy dando eses… prefiero pensar que es culpa suya.


Del segundo giro a la orilla me dedico solamente a avanzar sin forzarme demasiado pues mi cabeza no deja de recordarme que he venido a entrenar, no a competir.


De todas formas, me alegra ver ante mí a Carles Perés cuando me incorporo, señal de que mi natación no ha estado mal. Y ahora sí que estoy seguro que he purgado mi borrachera en los metros nadados.


Natación: 11’51. Parcial 65.


Transición penosilla, con lentitud extrayéndome el neopreno y subo en la bicicleta todavía tras Carles.


Primeras pedaleadas con los pies en las zapatillas sin abrochar para no perder grupeta y de repente inicios de rampas en… ¿las ingles?... pero cómo puedo tener rampas en las ingles???. Inaudito!.


La carretera empieza a subir y, por un momento, temo por el abandono si continuo con estas molestias que no me dejan pedalear. Me pongo de pie y noto como van remitiendo poco a poco los dolores.


Una vez estoy seguro que todo está bajo control, me pongo a pedalear con ganas dejando atrás a Carles y a Sergi Mendoza, que también había salida ante mí y empiezo a avanzar gente en la subida, territorio dominado por los bajitos!.


Alcanzo un buen grupo de 7 ó 8 entre los que va Lluis Vila (antes Lluis Aguilar) y allí me quedo para intentar relajarme al ritmo impuesto por ellos… y abrocharme las zapatillas tras 5kms de pedaleo con los pies sueltos!.


Bajada, subida y más bajada nos deja en el punto de giro donde he podido ver a Elias cerca de cabeza seguido a una buena distancia por Quique, Hermies y Martí, un tanto descolgado.


Iniciamos la subida de regreso donde veo flaquear a Lluis y al otro compañero (Xavi Manel•la) así que, animando a Lluis, me pongo delante a marcar el ritmo de los tres.


Sorprendentemente observo que se descuelgan y ando sólo durante un rato hasta que la luz de reserva se enciende y vuelven a enlazar unos metros antes de coronar. Bajada divertida con Lluis quedándose pues no lleva freno en la rueda delantera (después me explica que le hizo él mismo la puesta a punto y se debió olvidar apretar los tornillos… jajaja…sin comentarios).



Ciclismo: 34’05’’, Parcial 45.


Transición nuevamente lenta y salgo con el Garmin en la mano pulsando start al pasar por la alfombrilla. Buscando sensaciones (no sé de qué tipo, pero las busco), salgo muy rápido con la convicción que puedo aguantar un buen ritmo. Y, efectivamente, así es: primeros momentos rozando los 3’30 y dentro de una relativa comodidad llego a la rampa de ascenso a la torre.


En ese momento me cruzo con Quique que está llegando ya a la carretera nuevamente (brutal el amigo Quique, corriendo todavía por delante de Hermies i Martí). A pocos metros baja Hermies al cual saludo con cara de sufrimiento y poco antes de alcanzar la parte alta veo a Martí al cual llevo bastante a tiro.


Vueltón (nuevo para mí) alrededor de la torre subiendo y bajando escaleras de piedras para regresar a la carretera y con ella la zona llana donde poder volver a imprimir buen ritmo de carrera y sobrepasar a Martí al que se le ve con buen estilo pero falto de entrenos de carrera a pie en las piernas.


Inicio el espigón justo en el momento en que Jordi Elias va a dar la segunda vuelta al mismo pugnando por la séptima plaza con alguien del Prat. En esos momentos ando a un ritmo cercano a 3’30’’ así que la sensación no es la de pasarme como aviones sino de una forma más suave mientras animo a Jordi quien, justo antes de llegar al final del espigón, adelanta a su más cercano rival.


Bueno, pues yo sigo a lo mío, concentrado en mantener las zancadas y cruzándome con Hermies y Quique, ahora en ese orden, me preparo a dar la segunda de las vueltas al espigón.


La distancia con Quique se ha reducido considerablemente y, pese a que no me había planteado seriamente alcanzarlo, el último kilómetro lo hago dándole una vueltecilla más a la tuerca hasta tenerlo a tiro a falta de 400 metros. Nuevo cambio hasta conseguir atraparlo a falta de 200 metros escasos de entrar a meta y últimos metros fuertes para cruzar la meta con unas magníficas sensaciones y mucho mejor de lo esperado tras el tute del día.


Carrera: 17’27’’, Parcial 37.


TOTAL: 1h03’23’’. Posición 30.


Saludo a Hermies, Jordi y Quique (sólo 6 segundos tras mi) y al resto de los compañeros que van llegando para marcarnos una segunda cervecita y a esperar la salida de las chicas, entre las que teníamos a Patricia (9ª clasificada) y a Tabita, que se estrenaba con nota en competición triatlética y finalizaba en la posición 17, sin chip pero contenta.


Para finalizar el resumen de estas 4 semanas de entrenamientos, en el sector de carrera a pie, ha sido donde peor sensaciones he tenido ya que no he conseguido acabar ni una sola tirada larga sin verme forzado a caminar. Lo he achacado a un déficit en la hidratación porque, pese a llevarme algún botellín de agua conmigo, las tiradas largas realizadas en el Riu Ripoll (2 tiradas de 27km y una de 30km) hubieran requerido más continuidad bebiendo… en fin, lo positivo es que el coco también está preparado para afrontar un supuesto vacío energético (o hídrico… ¿se dirá así?).


Y, para variar, listo lo entrenado en estas 4 semanas:


Semana 16:
Natación: 5500 m.
Ciclismo: 320 Km.
Carrera: 52 Km.


Semana 17:
Natación: 7200 m.
Ciclismo: 265 Km
Carrera: 55 Km.


Semana 18:
Natación: 5750 m.
Ciclismo: 265 Km.
Carrera: 43 Km.


Semana 19:
Natación: 4300 m.
Ciclismo: 181 Km.
Carrera: 28 Km.


Y ya por fin saboreando los últimos días previos a la cita intentando recuperar los músculos de las terribles agujetas que me dejó la mudanza a la que tuve que ayudar el pasado domingo (mucho peor que las más horribles series que uno se pueda imaginar) y con la motivación y ganas a tope…. Diría que incluso más que el año pasado para Niza.


De momento hay previsiones de lluvia para el domingo lo cual empañaría mucho el espectáculo para los acompañantes y nos añadiría un hándicap más al circuito de bici, pero…….. si hay que ir, se va.
La próxima entrada será ya la de la crónica del EM Salou…. Con las ganas que tengo de pasármelo bien, seguro que será una pasada!.

lunes, 2 de mayo de 2011

Triatlón por equipos del Prat- Campionat de Catalunya




Los días anteriores, no lo voy a negar, estaba un tanto preocupado con la carrera.

Normalmente no me suelo poner nunca nervioso en las competiciones… Bien, acuden a mi estómago las típicas cosquillitas antes de empezar la carrera pero es la sana emoción que hay siempre que tener antes de competir, de lo contrario sería demasiado triste.

No obstante, el “nosequé” que me acompañó los días previos a esta carrera no lo recuerdo haber sentido antes. Supongo que se trataba de un sentimiento de responsabilidad sabedor que, en caso de cagarla, afectaría al equipo y no al elemento ese que aparece en el espejo cuando me estoy afeitando.

El hecho de estar en el equipo A, de plantarme ya mismo en las 38 primaveras, de estar preparando larga distancia, de que mis compañeros estaban seguros que íbamos a hacer un buen papel y de que, de forma implícita, se me había asignado la tarea de ser uno de los que quedaran para completar el último parcial a pie… pues, qué queréis que os diga?, las dudas eran más que justificadas. O dicho de otro modo, estaba acojonado.

Pero ahí estábamos, por fin.

A medida que nos acercábamos a boxes, me da por mirar hacia el mar y el esfínter se me relaja nuevamente. Si hay una cosa que temo, irremediablemente desde lo más profundo de mi subconsciencia, es nadar en el mar.

Hay dos cosas que me hacen sufrir cuando toca meterse en aguas saladas: que el fondo bajo mi cuerpo ennegrezca (Spielberg, yo te maldigo!!!) y que el agua se menee mínimamente. Soy de ese tipo de personas curtidas que empalidecen al más mínimo oleaje, perdiendo cualquier atisbo de fuerza y pasando fácilmente a un estado de turbulencia intestinal con consecuencias poco agradables para ser detalladas en esta entrada.

Al mirar el mar no lo puedo creer… menuda mierdaza!!! Las voy a pasar francamente canutas!. –Mejor no pienses demasiado en ello o hoy el equipo deberá prescindir de tu compañía….

Bicis en boxes, donde tengo la oportunidad de charlar un rato con Sergi Miró quien sufrió un accidente grave durante el Duatló de Banyoles. Por suerte se está recuperando fantásticamente aunque las secuelas en su cara sean todavía apreciables: puntos, roturas óseas y la afectación del nervio ocular con una pérdida de visión que va recuperando poco a poco. Nada que no desaparezca con el tiempo y unas cañas pero que me hacen poner la piel de gallina mientras me explica el accidente y me hacen pensar nuevamente en los riesgos que sufrimos y en maximizar la atención en el parcial ciclista… Creo que el no-drafting puede ser una buena apuesta para evitar este riesgo. En todo caso y aunque no lo conocía personalmente, me alegro muchísimo de verle a él y a Eva de nuevo a pie del cañón.

Puesto que salimos de los últimos, tenemos tiempo de sobra para charlar de la estrategia a seguir… que si los relevos por la derecha, que si el viento viene de la izquierda, que si saldremos colocados en la natación de tal forma, que si tenemos que aprovechar el oleaje a la vuelta, etc, etc, etc… ya me estoy saturando, jajaja.

Ya se va acercando la hora así que nos dirigimos a la playa para calentar un poco con los neoprenos.

Hace ya rato que hay equipos en competición y vamos viendo las transiciones de unos y otros. De repente alguien empieza a gritar: -Una ambulancia!!! – y veo cómo compañeros del Terrassa empiezan a correr en paralelo a los boxes hasta llegar al punto donde parece alguien se ha accidentado.
Automáticamente yo también empiezo a correr y mientras me acerco me doy cuenta de que se trata de algún compañero del Terrassa. Las alertas se encienden en mi interior de repente y trato de ver desde fuera de boxes qué está pasando y de quién se trata.

Veo un cuerpo extendido en el suelo y mucha gente alrededor.
– Es el Quique –. Alguien comenta desde boxes.

En ese momento empieza a mover los brazos, lo cual me tranquiliza muchísimo y puedo ver en las caras de los compañeros soplidos de tranquilidad al ver que Quique empieza a reaccionar hasta que se acaba poniendo en pie por su propia cuenta.

Por las explicaciones dadas posteriormente por la Cruz Roja, un excesiva ingesta de agua salada durante la natación produjo algún tipo de saturación en la mezcla de oxígeno con una reducción de la capacidad pulmonar que….. vamos, que el chaval hacía la perla!. A posteriori, Quique se ha hecho un electro y se descarta cualquier posible problema cardiaco así que una anécdota más para incluir en el libro de memorias de la sección.

Nos calzamos los neoprenos, nos acercamos al agua y…. PAAAAAAAAAAAAAMMMMMMMMMM!!!!.... me llevo tal ostia con la primera ola que se me llena el traje de arena…. – Me cago en toda la salubridad marina!!!!!.
Vuelvo a la carga para ir tanteando las olas y tras un rato dejándome llevar por las corrientes marinas, regreso con la mosca detrás de la oreja.

Veo que Samu también se lo está mirando con cara de manzanas amargas (en catalán “pomes agres”) y no para de memorizar secuencias de “El naúfrago” en las que cuerpos semidesnudos son devueltos violentamente por las olas a la orilla desierta, jajajaj… como se me va la olla!.

Nos acercamos a la salida: Jordi Elias, Manel Casoni, Hermies Busqué, Martí Bigordà, Samuel Madrid y yo… la alineación para el equipo A del CNTerrassa-Cicles Morenito.

Últimas indicaciones de Elias y Manel, su experiencia les abala: Salimos hacia la izquierda corriendo puesto que la corriente va hacia la derecha, nos colocamos en 3 filas de 2: Elias-Manel, Hermies-Martí, Samu-Isma… - Ok?.

- Ok-, está todo clarísimo.
- Y sobre todo, estad preparados por si algo sale mal de nuestro plan….

- Adelante!- , nos indica el juez.

Empezamos a correr y transcurridos unos metros nos metemos en el agua.

Enseguida todo va mal, jajajaja…… Veo como Elias, Manel, Hermies y Martí avanzan en bloque mientras yo me he quedado cortado nada más entrar en el agua por una ola y apretando todo lo posible trato de llegar sin éxito a los pies del grupo principal. Por detrás Samu todavía se ha quedado más cortado y avanza solo en busca del resto.

Me preocupo en enlazar aunque el estrés personal del oleaje no me permite nadar en condiciones dignas. Veo al grupo parado en la primera boya donde llego y Elias me indica que continúe, que se quedan Manel y el a esperar a Samu. Voy nadando, aunque un tanto más relajado. El hecho de estar lejos de la costa ha suavizado el vaivén del mar y no es necesario apretar más de lo necesario pues debemos llegar juntos a boxes.
A partir de la segunda boya parece que a Samu le cuesta mantener la orientación. Manel se pone en un lado e indica que alguien se debe poner en el otro para formar un bloque que facilite andar en línea recta camino del arco rojo que se divisa en la orilla. Veo que Elias va también a echar un cable nadando de espaldas así que decido intentar acércame a Hermies y Martí que han continuado su marcha y se les ve un poco más adelantados.

Finalmente llegamos a la orilla y entramos todos juntos a boxes para hacer una buena transición quitándonos los trajes y agarrando las bicicletas.

A nivel personal no estoy nada contento con mi parcial y tengo que currarme más el tema de la natación en aguas abiertas. Hemos tardado mucho en hacer este parcial y los del Mataró, que salían 4 minutos más tarde, ya casi nos han dado alcance al salir del agua…. Buffff, esto está yendo peor de lo esperado.

De todas formas, toca mantener la calma y aprovechar los parciales que vienen ahora puesto que ahí somos poderosos (o creemos que deberíamos serlo, jejeje).

Rápidamente estamos ya todos en fila y en cuanto nos metemos en la carretera principal, Elias se pone delante a tirar como un poseso. Los primeros relevos tras el repecho empiezan a sucederse y el grupo va cogiendo velocidad. Cada vez que entro al relevo me llevo una bronca, jajajaja:

- No te metas en el ortnec de la areterrec!- escucho alguien gritar.
- Eh?????. – Pregunto pues no he entendido nada.

Siguiente relevo, me aparto nuevamente para dejar pasar al siguiente:
- Tenemos que ver y no nos dejas al etrartrapa – Elias me comenta al pasar.
- Mande? – Otra vez no me he enterado de lo que me han dicho y empiezo a pensar que están hablándome en Élfico, que no es más que coger palabras y decirlas al revés: ADNIRIM (mirinda); AIGARROMEH (hemorragia), OTCER LANEDOUD (recto duodenal), etc… (Tolkien está muy sobrevalorado).

En fin, que aparte de descifrar la semántica utilizada por mis compañeros, las piernas se me están poniendo durísimas en cada relevo y en el último casi me desengancho del grupo. Algo no va bien, las piernas no me responden con la fluidez que esperaba o simplemente este es un ritmo que no puedo seguir.

En ese momento, y tras pasar un par más de apuros para no perder rueda, tengo serias dudas de que podré aguantar este ritmo durante 20kms así que, si quiero mantener una mínima opción de llegar a correr, tango que dejar de dar relevos…

- Ep! No entro a los relevos – Les grito desde la retaguardia.
- Y si miráis atrás y no me veis, no os preocupéis que no acabo de encontrarme fino.

Es curioso, una semana de relax y tengo las piernas más pesadas que cualquier otra de carga…. Supongo que es debido a la falta de costumbre a la hora de tirar de plato a tanta velocidad.

Y cerrando el grupo, aportando cero patatero al ritmo de carrera, consigo sobreponerme y mantener mi lactato dentro de control.

Aproximadamente a los 7kms de haber iniciado el parcial, trazando una rotonda, el pedal derecho de Martí toca la calzada, pierde la estabilidad y vuela por los aires estrellando su cuerpo contra el suelo. Por suerte no íbamos a gran velocidad así que seguramente no es nada grave. Hermies y yo, que íbamos tras él, podemos sortear por los pelos el besar el suelo también.

Miramos hacia atrás y vemos como se incorpora, monta en la bicicleta y vuelve a la carga con las rodillas ensangrentadas. Decidimos esperar y Elias se retrasa para ayudarle a enlazar.

Es una lástima pues nos puede suponer cerca de un minuto de retraso pero, por otro lado, todavía queda demasiado parcial como para ir tirando entre 4 (aquí el menda, estaba en huelga, como ya he explicado anteriormente).

Nuevamente retomamos el ritmo y milagrosamente el Mataró no nos ha alcanzado todavía, aunque los tenemos pisándonos los talones. Llegaremos juntos a boxes tras una excepcional actuación de mis compañeros de equipo. En los últimos kilómetros la mayor carga ha recaído en Martí y Samu que serán los que posteriormente sacrificaran el parcial a pie a favor de los que hemos descansado más.

Entrada en boxes a cuchillo, bicis colgadas, casco fuera, zapas enfundadas, agarro el Garmin y echo a correr....

- Para, para!- Grita Manel mirando hacia atrás.
- Nos falta Jordi-. Parece que ha sufrido una rampa al meterse las zapatillas.

Lástima que no nos dejen salir ya puesto que Jordi tendría tiempo hasta de doblarnos saliendo 1 minuto tras de nosotros.. pero, en fin, las normas son las normas.

Ya aparece con su estilo saltarín sobresaliendo por encima de un amasijo de triatletas que vamos a salir juntos de boxes. Se trata del Mataró quienes, junto a los del Terrassa, formamos un pelotón por el carril estrecho que delimita la ida del circuito.

Estoy tan concienciado que no puedo fallar en este parcial, tras mi natación paupérrima y mi ciclismo nulo, que salgo como si me hubiesen introducido pepitillas de bicho en el OTCER LANEDOUD (Ver clase práctica de Élfico un poco más arriba).

Miro el GPS y llevo un ritmo de 3’20’’ en estos primeros metros. Enseguida me piden que me retenga para asegurar los 5kms y, con la emoción de los aplausos y jolgorio de los nuestros, progresamos a un ritmo cercano a 3’30’’hasta el giro de 360º que delimita el teórico punto kilómetrico 1,25.

Ahora nos toca ir contra el viento y para que el ritmo no se ralentice demasiado, toca darle una vuelta más a la tuerca. Nos adelanta el Mataró, lo cual nos da la oportunidad de cobijarnos del viento tras ellos y así llegamos al km 2,5, en zona de meta, donde deberemos dar un nuevo giro para enfrentarnos al último tramo del circuito a un ritmo elevado, el más rápido que he corrido en mi vida.

Nueva interminable recta y con el viento de culo me vuelvo a notar bien aumentando un poquito el ritmo y volviendo a ver el GPS marcando sub 3’30’’ de nuevo.

En estos momentos Manel pide ayuda a Jordi (esta estrategia ya la habíamos comentado en el entreno del martes y, de hecho, el Mataró lo está practicando entre sus componentes). Se trata de que el que va más sobrado corra en paralelo al que precisa la ayuda con la mano colocada en su espalda y minimizando así un poco el esfuerzo que hay que poner en las piernas.

Así se pasa 1km hasta que Hermies comenta que está también sufriendo a este ritmo así que, ni corto ni perezoso, Elias se pone tras ellos y a dos manos se pone a empujarlos!!! La leche! Es un espectáculo verlo.

De repente me pregunta cómo voy y, antes de responder, caigo en la cuenta:

“Coño, si empuja con la mano izquierda a Manel, con la derecha a Hermies y las dos piernas las usa para correr………………”
-Estoy de coña!, sobradísimo!!! – Le respondo rápidamente para evitar un mal mayor en OTCER LANEDOUD (esta palabra la tenéis que haber aprendido ya).

Intento por un momento echar también un cable empujando levemente a Manel pero, tras 50m, me doy cuenta que el desgaste que se sufre en esta acción es demasiado alto para mi rendimiento y éste es ya más que justo corriendo por debajo de 3’40’’.

Nuevamente nos adelanta el Mataró en el giro y, a falta de 300m sacamos el pundonor de no se sabe bien dónde para volver a rebasarles y cruzar la línea de meta por delante. Brutal final de carrera de Manel y Hermies quienes, yendo a tope desde hace rato, todavía sacaron el toque de calidad para hacer los últimos 150 metros a 3’15’’.




Personalmente, ni yo mismo entiendo como he podido correr estos 5kms rondando los 3’35’’ cuando no lo he hecho en mi vida pero sumamente satisfecho por ello, claro está!. La motivación de correr con gente buena, debe ser.


Sin esperarlo, hemos hecho la quinta posición y tengo la gran suerte de subir a la zona de podio con la gente a la que siempre veo en revistas, blogs, reportajes, etc… por un día me mezclo con los buenos, aunque yo no lo sea en absoluto… supongo que es la magia de este deporte y de esta carrera en particular.

El progreso del equipo durante la carrera ha sido el siguiente:

Natación: 17’10’’ haciendo el parcial 13avo.
Ciclismo: 32’37’’ (incluyendo caída y transición con rampas de Jordi incluídas): Parcial 4º y estando en ese momento en la posición 8ª.
Carrera: 16’58’’ (Parcial 2ª) y acabando en 5ª posición de la general (tiempo total: 1h06'45'')

Una gran remontada, si señor!

Ahora se acabó el paréntesis, a sumar kilómetros que he tenido que sacrificar estos días y de pleno en la fase clave de cara a Salou.