martes, 30 de marzo de 2010

Mitja Marató Montornés y Semana 21 – Del 22 al 28 de Marzo

Semana de descanso para afrontar un nuevo bloque de volumen e intensidad (por fin!) en la que ha destacado la Mitja Marató de Montornés de la cual he sacado un buen provecho como entrenamiento psicológico y a nivel higiénico gracias al formidable lote de productos Henkel con el que se obsequiaba a los corredores.

Aparte de los aspectos meramente de entrenamiento, esta semana también me hice la prueba de esfuerzo en la Clínica Cornella, uno de los centros concertados con la Federació Catalana de Triatló.
Lo cierto es que fue bastante completa: toma de datos (medidas corporales, grasa subcutánea, tensión arterial, revisión vista), electrocardiograma en reposo, espirometría y prueba de esfuerzo sobre cinta.
La prueba en sí consistía en correr sobre la cinta empezando lento e incrementando la velocidad 1Km/h cada minuto hasta alcanzar el nive máximo de consumo de oxígeno. Durante la prueba estás monitorizado en todo momento mediante un ordenador en el cual se mezclan los datos obtenidos desde las ventosas diseminadas por el cuerpo, la mascarilla para consumo oxígeno y el Polar para medir pulsaciones por minuto, todo ello con una fantástica armilla de rejilla… ríase usted de la pasarela Cibeles!!!.


En una semana me llamarán para darme todos los resultados y aconsejarme acerca de las zonas de entrenamiento, etc, etc, etc….
El principal objetivo de dicha prueba era descartar cualquier posible patología en el corazón que fuera peligrosa para la práctica deportiva.
Aparte de un tamaño anormalmente grande del corazón, cosa bastante normal entre deportistas bien entrenados, nada destacable. No obstante, recomendación de un ecocardiograma debido al tamaño… demasiado corazón, jejeje.

Un dato que si me dieron fue mi límite aeróbico: 184 ppm, lo cual me pareció brutalmente alto pues, aunque todavía no se con exactitud mis pulsaciones máximas, no deben andar mucho más altas que eso.
Según Jordi Elias es absolutamente normal y cuando alguien está bien entrenado, este límite se acerca mucho a las máximas.
La teoría dice que trabajando por debajo de estas pulsaciones no se produce fatiga muscular por acumulación de lactato y, si no es por una falta de combustible o por falta de resistencia muscular, se podría llegar a mantener el ejercicio de forma infinita.

Con todas estas premisas, mi estrategia para la Mitja de Montornés cambió radicalmente:
Utilizaría el pulsómetro por primera vez en una competición y, haciendo caso omiso de mis sensaciones, me regiría por dicho aparatejo al que tan poco aprecio le tengo.
La noche anterior a la carrera programé el Garmin para que pitara sobre las 182 ppm… Si conseguía aguantar a estas pulsaciones toda la carrera podía batir el record del mundo y, de lo contrario, tendría una nueva experiencia en cuanto a mis límites.

Lo cierto es que los días previos no me comporté demasiado bien en lo referente a hidratación y nutrición con ración de tapas y sidra la noche del sábado y costillas de cerdo al mediodía para celebrar el 70 cumpleaños de la tía de Sandra… por no mencionar que el viernes noche también tuve cena de empresa donde volvieron a caer otras tapitas, cervecitas y hasta un Gin-tonic,,, juo, juo, juo…. Vaya carga de hidratos y deportista de pacotilla!!!.

Domingo tempranito, convención en Don Candido con Xeli, Sergio, Carlos, Fabra, Jordi, Gemma, Josep, Ingrid, Sandra y yo.
Sin incidentes llegamos a Montornés donde no hay ningún problema para aparcar gracias a buenas extensiones de terreno en la zona cercana a la salida.
Pese a tratarse de una media en la que no destaca en absoluto su paisaje, es una de mis preferidas y este año vuelve a haber un perfil más agradable que en el ocasiones anteriores donde tenías que martirizar al cuerpo durante los últimos 5 km con continuos repechos rompepiernas. En esta ocasión, se sale bajando y se toma la carretera hacia La Roca del Vallés en un suave ascenso que se puede hacer a buen ritmo. En la Roca, Km11, media vuelta y se deshace la misma carretera cruzándote con el resto de corredores. Los últimos 2 kilómetros transcurren por el interior del polígono de Montornés y son básicamente llanos.
Está claro que, si se sabe reservar adecuadamente, se pueden conseguir marcas interesantes. De hecho, mi mejor marca en Media la conseguí aquí en el 2005 (1h21’49’’).

Pequeño caos para conseguir los dorsales y chips, es lo que puede ocurrir cuando las organizaciones se vuelven demasiado ambiciosas respecto a número de inscripciones.

Veo a un montón de conocidos, tanto de la sección como de fuera de ella: Xavi, Montse, Dani, alex, Jose Manuel Río, Xavi Aloy, Mónica, Nuria, Eva, … siempre hace ilusión encontrarse con los amigos en una competición y un día radiante como fue el domingo.

Breve calentamiento y a buscarse sitio en la salida pues promete ser lenta si no nos posicionamos adecuadamente. Alex y yo nos vamos bastante adelante y, una vez creemos estar en el sitio adecuado a nuestro nivel…. sorpresa! Nos encontramos a Carlos Restoy… je, je, je… hoy la gente no va en broma.
- ¿A cuánto vas a ir tu?-, me pregunta Carlos.
- La verdad es que no lo se, voy a fijarme en el pulsómetro y quiero ir muy alto de pulsaciones pero al no haber hecho series, no se si iré a 3’40 ó a 4’15… supongo que iré rápido y espero mejorar la 1h24 de Terrassa- le digo, honestamente.
- No, es que yo quiero salir a 4’10 – me comenta el.
- Ya, seguro –

Alex va preguntando: - ¿Queréis hacerlo a 4’/km? Bufff, yo no creo que pueda, bla, bla, bla… - como nos gusta llorar, JAJAJA.

Salida y sorteando gente como siempre. No entiendo como puede haber gente que va a realizar la media en casi 2 horas situada justo detrás de los Marroquís, es un peligro tanto para ellos como para los que venimos por detrás!!!.

Primer kilómetro mirando la pantalla del pulsómetro y rapidísimo marco el lap a 3’34’ en el punto Km1.
A partir del segundo ya empezamos a subir y el ritmo tiene que bajar por narices. Sigo mirando el pulsómetro y ya voy rondando mi límite escuchando el pitido cuando supero las 182ppm… voy forzado pero hay que seguir la estrategia definida. Segundo km a 3’49 y sigo avanzando a buen ritmo y pulsaciones por los cielos.
Los kilómetros siguientes siguen saliendo por debajo de 4’/km pese a ser ascendentes.
Sobre el km9 voy en un grupo en el que me cuesta aguantar mientras por detrás escucho un grupo numeroso que se acerca y decido dejarme caer para meterme en él.
Me pasan los primeros integrantes del grupo y veo que el primero de ellos es la liebre para hacer 1h20’…. Coñe!!! ¿Pero que estoy haciendo? Me parece que voy pasado de ritmo absolutamente. De todas formas, yo a lo mío, a pulsaciones… por cierto, ya voy por debajo de las 180 desde hace unos cuantos kilómetros.
- Pero que fots aquí, cabró???- escucho desde el interior del grupo.
Miro a la izquierda y veo a Fabra al abrigo del grupo.
- Ei, Jordi!!! – Y yo que pensaba que estaría muy por delante de mí.

Aguanto 1 kilómetro más con ellos pero ya empiezo a notar que no voy fino y voy cediendo metros a medida que nos aproximamos a la zona más alta de la carrera. Sólo pienso en llegar allí y aprovechar entonces el terreno descendente para volver a coger un buen ritmo.

El km 10 lo he pasado en 38’59’’.

Media vuelta en La Roca y nuevamente dirección a Montornés, esta vez en descenso.
El primer kilómetro de bajada me sale en buen tiempo pese a que me empiezo a notar muy cansado y ya pienso que será difícil soportar el ritmo durante lo restante.
Empiezo a cruzarme con gente: Carlos que no va demasiado lejos, algo más tarde con Sergio. A Alex no lo he visto y durante un rato no paro de saludar a gente: Xavi Aznal, Jordi Ferrera, Gemma, Jordi Llobet, Xavi Ruiz, etc, etc, etc…. Que pasada!.

Mi estado cada vez es peor, a duras penas consigo que puntualmente las pulsaciones alcancen las 175ppm y llego a tener un pequeño bloqueo mental debido al efecto óptico que producen las sombras de los corredores que están ascendiendo con respecto a mi propio avance ya que me proyectan una sensación de que voy avanzando con mucha lentitud. Se que se trata sólo de un efecto mental pero, aun así, decido ponerme lo más a la derecha posible para no “pisar” las sombras de los que suben.

Parece que cada vez cuesta más llegar al siguiente punto kilómetrico y cada vez que alcanzo uno pienso que ya lo había pasado antes y resto los kilómetros que TODAVÍA me quedan hasta la meta.

Definitivamente, empiezo a llevar un globo considerable. El rimo sigue siendo ligeramente inferior a 4’/km pero se que, de estar bien, debería estar corriendo unos 10 segundos por kilómetro más rápido.
Me alcanza Alex quien me pregunta qué tal voy. Le respondo que voy jodido mientras a él se le ve fresco y tirando de un grupito de 5 ó 6 corredores.
Me engancho detrás como puedo y, tras algo más de un kilómetro, empiezo a hacer la goma. Cada pequeño desnivel se me hace un mundo y me da la sensación de que voy casi parado aunque la velocidad que indica el GPS no es mala.

Carlos Restoy es el siguiente conocido en adelantarme, me anima a seguirlo para alcanzar a Alex pero la diferencia de ritmo es demasiado grande ni para planteármelo. Además, me pilla en plena fase de abandono. En esos momentos tan solo me estoy dejando llevar para intentar acabar la carrera y pienso en pararme repetidas veces.

Incluso así, los peores kilómetros (el 17 y el 18) me salen en 4’09 y 4’16 y, aprovechando nuevamente que el km19 vuelve a descender, éste último sale en 3’56’’.

Los ultimos 2 kilómetros, por el interior del polígono, los vuelvo a sufrir sobremanera con continuas ganas de ponerme a caminar. El ritmo vuelve a ralentizarse hasta el km 20 y aun veo que bajaré de la 1h24 pese al pedo que llevo.
Última curva y…… joder!!! Pero dónde han puesto la meta???? Veo los arcos y el reloj leeeeeeeeeeejos… nuevamente pienso en pararme, ja, ja, ja, ja… vaya globo mental que llevo!!!
Para más INRI el viento en contra hace la última recta todavía más difícil y no dudo en poderme rastreramente tras la estela de un par de corredores que me sobrepasan y me miran con una mezcla de incredulidad y rabia al ver mi nariz enganchada a su espalda.
Lógicamente también me acabo desenganchando y llego a meta después de sobrevivir durante más de 9 kilómetros.

Tiempo total: 1h23’46.

Felicito a Fabra (1h21’45), Carlos (1h22’15) y Alex (1h23’07) pero no puedo soltar una sola palabra y necesito un minuto para recuperarme. Tras ese minuto, ya no tengo ningún signo de cansancio…. Así que, al menos, mi recuperación es excepcional.

Sinceramente, acabo muy contento pues ha sido un buen ejercicio de resistencia mental que me va a venir muy bien para la interminable recta de Niza y para enfocar futuras medias maratones.
También muy positivo ver que, a pesar de ir “empajarao” he conseguido llevar un buen ritmo (aunque el hecho de ser bajada ayudó mucho, la verdad) y acabar con una buena marca.


Ahora toca recuperarse y enfocar las próximas 3 semanas, que serán clave para Niza.

En otro orden de cosas, esta semana ya hemos recibido la nueva equipación del C. N. Terrassa. A mi, personalmente, me encanta!...



TOTAL SEMANA:
Natación: 3700m
Ciclismo: 80Km
Carrera pie: 37 Km.

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